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Se cumplieron 85 años de la tragedia de Itacumbú

El pasado 9 de enero se cumplieron 85 años del lamentable accidente aéreo ocurrido en el paraje denominado Itacumbú (Departamento de Artigas), en el que perdieron la vida todos los ocupantes del avión que trasladaba de regreso a parte de la comitiva argentina que había participado en Paso de los Libres de los actos de colocación de la piedra fundamental del puente que se construía sobre el Río Uruguay y que uniría esa ciudad argentina con Uruguayana (Brasil).

El 9 de enero de 1938, luego de las celebraciones que habían sido encabezadas por los presidentes de la República Argentina de aquel entonces, Gral. Agustín P. Justo y de Brasil, Getulio Vargas, las autoridades se disponían a retornar a la base aérea de El Palomar, cuando uno de los aviones que trasladaba parte de la comitiva oficial, muy probablemente debido a las fuertes tormentas, perdió su rumbo y se precipitó a tierra.

Al año siguiente de la tragedia, el Gobierno uruguayo cedió un predio de una hectárea al Gobierno argentino a pocos kilómetros del accidente, para levantar un monumento en homenaje a los caídos. El monolito conmemorativo, de 14 metros de altura, incluye los nueve nombres de los caídos y se encuentra ubicado a unos 5 kilómetros de la localidad de Tomás Gomensoro. En el accidente perdieron la vida todos sus tripulantes, entre los que se hallaban militares de alto rango y el hijo menor del primer mandatario argentino, Eduardo Justo, quien era aviador civil.

La tragedia es uno de los hechos más significativos anclados en la memoria de la comunidad y el monumento, un preciado legado patrimonial que perpetúa un accidente de aviación que llegó hasta lo más íntimo de la sensibilidad argentina, uruguaya y brasileña.

Un poco de historia

El 9 de enero de 1938 se precipitó a tierra uno de los aviones que trasladaba de regreso a parte de la comitiva argentina que había participado en Paso de los Libres de los actos de colocación de la piedra fundamental del puente que se construía sobre el Río Uruguay y que uniría esa ciudad argentina con Uruguayana (Brasil). Era una jornada de domingo, habían finalizado las celebraciones encabezadas por los presidentes de la República Argentina y de Brasil, cuando el presidente argentino, Agustín P. Justo, emprendió el regreso a la Base Aérea Militar "El Palomar" en Buenos Aires en el avión Lockheed M.M.1 de la Aviación Naval, escoltado como patrullas por dos Curtiss Hawk III.

Un cuarto avión, un Lockheed B.12 perteneciente a la Fuerza Aérea y comandado por el piloto teniente coronel José F. Bergamini y el copiloto mayor Víctor V. Vergani, retrasó su partida y no logró sortear una fuerte tormenta de verano con lluvia, viento y electricidad, cayendo en un aérea próxima a la confluencia de los arroyos Itacumbú y Zanja Honda, en campos del establecimiento "San Eduardo" del señor Norberto Arralde, a poca distancia de la localidad de Tomás Gomensoro, en el Departamento de Artigas.

Como resultado del accidente fallecieron todos sus ocupantes. Además de los oficiales mencionados, perdieron la vida los suboficiales mecánico 1º Victorio  ngel Leveratto, el radio telegrafista Rosa León Castillo, el coronel Abraham Schweizer, los tenientes coroneles Horacio Posadas y Antonio Berardo, el teniente de navío Juan Oreschink y el ayudante del ministro de Marina, Eduardo F. Justo, aviador civil e hijo menor del presidente argentino.

Algunos meses después de la tragedia, el Gobierno de Uruguay donó al Gobierno Argentino una parcela de terreno de un hectárea de superficie aproximadamente, situada en la 9º sección judicial del Departamento de Artigas, a cinco kilómetros de la localidad de Tomás Gomensoro y unos cuatro del sitio del fatal accidente, un punto desde el que se divisa el curso del arroyo Itacumbú. En virtud de un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se designó al agregado militar en la Embajada en Montevideo para que, en nombre y representación del Poder Ejecutivo, reciba los títulos de dicho terreno.

El 29 de enero de 1939, al cumplirse un año del acontecimiento, fue inaugurado el monumento construido por el Gobierno y Ejército argentinos. Con la participación de delegaciones oficiales de Uruguay, Argentina y Brasil, presididas por los Ministros de Guerra y Defensa de los dos primeros países, tres aviones sobrevolaron el espacio dejando caer flores con cintas que identificaban los colores de las respectivas banderas y un desfile de un centenar de militares rindieron homenaje a los caídos.

El monumento conmemorativo es un prisma de 14 metros de altura, 4 metros de ancho y 1,20 metros de espesor, en una de cuyas caras se colocó una cruz en bajo relieve de 10 metros de altura. Además, cuenta con placas con los nombres de los nueve caídos y al pie del monolito se colocaron placas de bronce dedicadas por el Ejército, el Círculo Militar y la Aviación Militar argentinos.

Fecha de Publicación : 12/01/2023